miércoles, 23 de mayo de 2012

Bicis


De antemano, perdón por la poca ilación del texto. Y anticipadamente, infinitos agradecimientos a todos los barrenderos, que además nos cuidan de los deshechos de bebedores imbéciles.

El asunto es bien simple, tomamos la bicicleta y nos podemos a pedalear, con el mínimo esfuerzo es bastante posible. Aunque el exterior esté lleno de preocupaciones, sí se puede. Echa tu bombín, una o dos cámaras de repuesto, ponte lucecitas, casco y uno que otro reflectante. En la mañana un pañuelo o algo para la nariz e idealmente guantes.
La ciclovía está, no es la mejor del mundo pero está, hay que destacar que el tramo desde Pajaritos con Tte. Cruz, hasta Moneda, está pésimamente construido, pareciera que tiraron el hormigón y cemento encima de nada, faltó nivelar demasiado, ¡ay de los que tenemos ruteras!, se siente cómo vibra a cada segundo, súmese lo ridículo que es que parte de la ciclovía esté en unas placitas a la altura de República y Los Héroes. Para qué hablar de Curicó, Santa Isabel, calles horribles, digo, el estado en que se encuentran. (Aunque esto es en general de todo Santiago)
También es feíto que en Curicó baje pero la gente crea que sube, y se te vengan de vuelta. También es fome que en todo Alameda+Pajaritos la gente crea que es paseo y se te crucen transeúntes volados. Triste es intentar meterse por las calles y que los automovilistas te exploten a bocinazos. Y triste también es observar cuán mal manejan los locos de los autos. Bueno, después de todo eso las bicis y andar en bicis está bien. Todo el que anda se da cuenta, porque ya implica levantarse con un ánimo diferente. Incluso es divertido conversar con los pedaleadores que andan por ahí, son todos simpáticos, o la gran mayoría, bueno, es que somos pocos también.
Hay un hecho destacable y es que la ciudad no está pensada para ciclistas, está pensada (en cuanto a diseño arquitectónico se refiere) para transeúntes y vehículos –actualmente se refleja que tampoco estaba pensada para un actual parque automotriz de tamaña magnitud. Las ciclovías vienen a ser ingertos asquerosos, los pulmones para Santiago (jaja, qué pulmones más tristes), algunos dicen que admiremos el caso de Dinamarca.
Ahora, lo que está mal es la gente que trata de transmitir sus temores, feo es no tomarlos en cuenta, pero absurdo considerarlos también. Mi mejor sugerencia es decirles que sí, uno no puede enseñarle a una persona que no hay que tener miedo de eso, hasta que la persona misma lo compruebe, uno no puede cambiar a las personas, pero tampoco se puede dejar de andar en bici. A la humanidad le falta mucho por evolucionar, y pequeños individuos no generaremos cambios tremendos en esta sobrepoblación posmodernista adicta a todo.
Después, lo absurdo, he visto hace años ya latitas que señalan "0% contaminación", "Un auto menos", y seamos sinceros, cada vez hay más autos, por eso levemente aumenta la preferencia por las bicicletas, es hasta divertido venir pedaleando y viendo cómo se pasan y pasan los autos, porque si aumenta la preferencia por vehículos, gracias al transantiago-"crecimiento"-consumismo-persecusióndeestratos-envidia-hollywood-ymachismo. También aumentan los tacos, es de comprobación empírica señores.
Ahora, lo primero, 0% contaminacion, si ando en bici, claro, mi bicicleta no contamina, pero quiero dejar bien en claro a los movimientos antisistema varios, que no podemos hacer nada. Si nosotros nos subimos a la bici, potencialmente en el largo plazo ahorraremos ($190 * 2 * 20 * n-meses, aproximado para un alumno en rutina normal, o 640 * 2 * 20 * n-meses, suponiendo que generalmente se viaja en punta y en Metro) [¡A todo esto, uno se ahorra harto tiempo andando en bici ah!], ahí se acaba nuestro 0% de contaminación, cada vez que gastamos esa plata, terminará en algo que contamina, da lo mismo si la gastamos en comprarle a un chiquillo cuatro lucas en cogollo, como si le compráramos cuatro mil en cigarros, o en alguna otra cosa, todas las personas que participan del mercado, a la larga contaminan, porque al chiquillo que le compramos el cogollo, usará esa plata para comprar otra cosa y esa persona que recibe la plata comprará otra cosa y así, hasta cosas que contaminan. Porque el sistema de mercado es así, y la única forma de no participar de este sistema es no teniendo voto (votos monetarios), y eso equivale a no tener dinero.
Fíjense no más en cuánta basura bota un hogar promedio.
Averigüen qué son los freegans.
Ahora, si queremos ser 0% contaminación, que sea total y hagámoslo de verdad.

Mal que mal, y si lo pensamos bien y si muchos aceptan que la obesidad es un problema y vivir sedentario total también, y que el Metro está horriblemente lleno y que me demoro más viniéndome en transporte público que en bicicleta, y que andar en bici desde la mañana me otorga un ánimo distinto para el día, y que uno llega más despierto, aparte de lo entretenido que es andar en bici, por último véngase en el pendrive con unos bailables, las noticias o la clases de algún profe y disfrutémoslo, no se trata de anarquía ni de abolición al transantiago, es simple sentido común.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Caza turística de políticos

Por Rubén Candia, 5to Año Arquitectura

Ya es aberrante la industria alimenticia mundial, que utiliza los animales como mero producto económico, ya es bastante estúpido el concepto de “rodeo” como práctica deportiva “tradicional”, como si fuera un elemento cultural que debiéramos conservar. Una desfachatez desde donde se le mire: de práctica deportiva tiene solo el concepto de competencia, porque los huasos que se suben sobre caballos a acorralar novillos no son precisamente un ejemplo de salud física, y si es tradicional, bueno, una pena, no quita esto que no se deba erradicar. Es peor aun de hecho, que una aberración así se convierta en tradición es, por decirlo menos, triste. Pero esto no es todo, ahora se podría venir el nuevo evento con fines lucrativos de la temporada: La Caza turística de guanacos. Cuando Iván Fuentes hablaba de la inoperancia política seguramente se refería a esto, aunque en este caso se otorga a inoperancia de funcionarios públicos.

En el extremo sur de Chile existe, según el SAG, una  sobrepoblación de guanacos, y como medida de mitigación propone la “caza turística” de estos, a lo que agrega que sería un panorama atractivo para turistas extranjeros, que dejarían sus dólares en nuestras tierras para poder participar de esto. Varias preguntas surgen sobre esta situación, partiendo por la sobrepoblación: ¿Qué ha pasado con sus depredadores naturales? ¿Dónde están los pumas? Antes de que la intervención del hombre sobre ecosistemas fuera violenta, estos se mantenían en un equilibrio y por miles de años la naturaleza se encargaba de aplicar sus propias medidas de mitigación, luego, el hombre al pasar a “dominar” la naturaleza, ha generado un desequilibrio que, obviamente, debe controlar. Pero ¿Qué medidas ha propuesto el SAG para que no se llegue a la situación actual?, ¿lo más inteligente que se les ocurre es la “caza turística”? es decir, medidas de control de natalidad, desplazamiento de poblaciones de guanacos, protección del puma, protección de sus hábitats ¿nada de eso? Además sorprende ese espíritu emprendor, que ve ganancia económica en cualquier tipo de práctica. Matar animales para atraer capitales extranjeros. No sé en verdad si seré muy exagerado o las cosas en el mundo están tan mal que esto ni siquiera produce un reparo moral. Podríamos otorgarle algo de culpa a ese modelo religioso judeo-cristiano, en cuya teoría Dios entrega al hombre todo sobre la tierra para que haga y deshaga a su antojo. Se equivoco dios parece con respecto a eso, (nada hacía presagiar…) pero ni tanto se le puede culpar a eso, ya que la biblia no habla de beneficios económicos (si de otras aberraciones, como sacrificios por culto y esas cosas, pero corren por carriles distintos)

Propongo, por lo tanto, la caza turística de políticos y de inoperantes públicos. Que se haga una vez al año, que se haga tradición, así como el rodeo. Debiera ser, de hecho, subvencionada, un fondo publico que salga de esos dos millones que se designaron en el congreso para gastos operacionales, o reduzcan un poco el gasto en lacrimógenas y se traslade a este fondo para comprar municiones, y armar una buena fiesta, con harta cueca y vino tinto. Sera una hermosa celebración, vendrán de todas partes del mundo, dejaran suculentas ganancias y de paso mantendremos a raya a esa plaga de inoperantes.